DIRECCIÓN ESCOLAR, FACTOR DE EFICACIA Y DE CAMBIO


F. Javier Murillo
Director / Editor REICE

La Red Iberoamericana de Investigación sobre Cambio y Eficacia Escolar nació con el compromiso ineludible de colaborar en la transformación de las escuelas para que incrementen sus niveles de calidad y de equidad. Y la estrategia utilizada para conseguirlo es la investigación: desarrollando, fomentando y difundiendo investigación de calidad que ayude a la toma de decisiones dirigida a ese necesario cambio escolar.

Sin desdeñar un ápice todos los esfuerzos realizados, hay tres características que creemos que debe tener la investigación que realmente consigue impactar en la mejora de la Educación.

En primer lugar, ha de ser una investigación de calidad. De esta forma, más allá de defender la prevalencia de un enfoque metodológico sobre otro, las características fundamentales que ha de tener la investigación es que esté bien fundamentada, desarrollada metodológicamente de forma rigurosa, con una buen análisis de las informaciones obtenidas y reflejadas mediante informes de calidad, entre otros elementos. De esta forma, el primer deber de todo investigador o investigadora que quiera realmente cambiar la educación es hacer bien su trabajo.

En segundo lugar, creemos que los investigadores e investigadoras han estar comprometidos con el cambio. No cabe duda de que no hay investigación neutra: qué se investigue, cómo se haga, con quién y para quién se realice, cómo y a quién se difundan los resultados son decisiones profundamente marcadas por la ideología. En función de qué sociedad, que hombre y mujer y qué educación y qué escuela queremos así será nuestro trabajo. Sólo si la investigación busca de forma deliberada, mejorar la escuela, podrá aportar algo para lograrlo.

Por último, defendemos que algunos temas tienen un mayor impacto que otros en la consecución de unas mejores escuelas. De nuevo sin minusvalorar cualquier esfuerzo, parece evidente que abordar unos problemas de investigación va a tener un impacto más directo sobre la transformación escolar que otros.

Y en ese último sentido, la investigación sobre dirección escolar resulta clave: detrás de una buena escuela siempre hay una persona que la lidera ejerciendo funciones de dirección; y no es posible el cambio de la escuela sin contar con el apoyo y compromiso del director o directora. Por lo tanto, si abordamos la temática de la dirección escolar y su incidencia en al cambio y la mejora, estamos contribuyendo a elaborar un modelo de dirección que contribuya a transformar la escuela; estamos, sin duda, realizando una aportación significativa. De ahí la elección de la temática de este número: La dirección escolar, factor de eficacia y de cambio.

No se nos escapa que detrás del título elegido para este monográfico se encuentra una de las tensiones dialécticas que configuran el día a día de la dirección escolar. Efectivamente, la persona que ejerce las tareas de dirección, por una parte ha de ser muy conservadora, dado que tiene como una de sus principales tareas, mantener, apoyar y reforzar aquellos elementos, actividades y actitudes que funcionan en la escuela. Y de forma simultánea, ha de ser el máximo revolucionario del centro escolar, dado que una de las misiones inherentes a su cargo es transformar la escuela para incrementar sus niveles de calidad y equidad. Tensión dialéctica que ha de avanzar, indudablemente, en una radical transformación del modelo de dirección imperante.

El número monográfico de REICE está conformado por diez artículos y subyace en su organización el siguiente planteamiento.

Se abre el número con un primer grupo de aportaciones de carácter teórico-conceptual. El profesor chileno Oscar Maureira inicia el monográfico haciendo una revisión de las investigaciones que abordan la dirección escolar como un factor de eficacia, aportando interesantes datos de carácter teórico y práctico sobre el tema. F. Javier Murillo, por su parte, encara la otra cara de la moneda, analiza la dirección escolar para el cambio. Así, partiendo de investigaciones sobre liderazgo, sobre dirección y sobre dirección para el cambio, propone una serie de características que ha de tener el liderazgo que lleva a la transformación escolar. Cierra este primer bloque una excelente aportación de Alfredo Rojas quien, desde su envidiable atalaya de la OREALC/UNESCO, nos ofrece una excelente reflexión de la dirección escolar centrada en América Latina.

Con el segundo bloque se pretende acercar al lector a la situación de la dirección escolar en algunos países significativos de la Región. De esta forma, contamos con siete textos, cada uno de ellos centrado en una realidad nacional: Argentina, Chile, España, México, Portugal y Venezuela. Pensar, sin embargo, que los artículos tiene analogías entre sí sería ir excesivamente deprisa: cada uno de ellas ha profundizado en ese ámbito desde una perspectiva diferente.

Así, Nacarid Rodriguez y Mildred Meza, y F. Javier Murillo y Juan Carlos Gómez, abordan la situación de la dirección escolar en Venezuela y España, respectivamente, desde el punto de vista de su desarrollo normativo legal, y a partir del mismo realizan sus reflexiones y aportaciones prácticas.

Ingrid Sverdlick, desde Argentina, y Alexandre Ventura, Patricia Castanheira y Jorge Adelino Costa, desde Portugal, se enfrentan a la dirección focalizando su texto en la gestión escolar. Sin embargo, mientras Ingrid aporta una inteligente reflexión ligando la gestión a las reformas educativas y a las políticas que las alumbran, los profesores de la Universidad de Aveiro, realizan una aproximación más descriptiva, partiendo por una historia del desarrollo normativo de la misma y acabando abordando algunos de los elementos claves que la conforman.

Una combinación de ambas perspectivas es el enfoque de Sergio Garay y Mario Uribe, quienes nos ofrecen un excelente trabajo sobre la  dirección escolar en Chile. Tras una revisión de la dirección desde 1980, introducen en el papel de la dirección en las políticas de reforma. Continúan realizando una revisión de la literatura de la dirección en Chile y mostrando algunas de las iniciativas desarrolladas para mejorarla. Con todo ello nos legan algunas interesentes reflexiones y nos dejan algunos temas para el debate.

Para finalizar, dos investigaciones empíricas sobre la dirección escolar. Pon una parte, Margarita Zorrilla y Guadalupe Pérez, desde México, abordan algunas de las cuestiones planteadas en el monográfico desde el análisis de un caso concreto: la perspectiva de directores de escuela primaria en México a la luz de la implementación del Programa Escuelas de Calidad. Por otra, Rosa Vázquez Recio y Félix Angulo Rasco, desde España, reflejan en su artículo una investigación donde se abordan diferentes cuestiones asociadas a esas tensiones dialécticas, antes comentadas, que definen el trabajo de la dirección: modelo de dirección versus estilos de dirección, profesionalización, relación con la Administración Educativa y con la comunidad educativa, así como las dimensiones de las organizaciones escolares como un factor importante que incide en la gestión y la dirección de los centros docentes.

Un monográfico, en conclusión, que ha pretendido poner en el debate teórico, de investigación, político y práctico a la dirección escolar; y lo hemos intentado hacer con un planteamiento a caballo entre la investigación y la práctica. No somos nosotros quienes tenemos que valorar la calidad del resultado, al menos sí podemos asegurar que los ingredientes han sido de la máxima calidad.En todo caso, a nosotros su lectura, más que aportarnos respuesta, nos ha abierto inquietudes: Si queremos tener unos sistemas educativos que contribuyan a la generación de una sociedad más justa, equitativa y fraternal, ¿son estas las reformas que Iberoamérica necesita?, ¿puede el modelo de dirección imperante ayudar al cambio escolar?, ¿Hay que modificar las escuelas, cambiarlas, transformarlas o reconstruirlas desde sus cimientos para lograr que sean las escuelas calidad y equidad que Iberoamérica necesita?