El libro que nos ocupa trata sobre un tema no solo de actualidad para la educación europea y, por tanto, española sino que constituye, concretamente para España, un tema candente y de delicado tratamiento. La decisión de incluir esta área de conocimiento en el currículo escolar, tanto de primaria como de secundaria a partir de la promulgación de la LOE, la ha situado en el centro del debate público y político de los últimos tiempos.
El libro está dividido en dos partes. El autor comienza la primera parte desde una clara y sencilla - pero no por ello menos importante y fundamentada - exposición, situando la necesidad de educar a la ciudadanía a partir de los cambios sociales y culturales que han ocurrido en el mundo globalizado de hoy. Parte de un análisis histórico del término “ciudadanía” y su vinculación con la comunidad; de esta manera señala una idea a la que volverá de forma recurrente, enriqueciéndola a medida que transcurre la exposición en su libro: que la ciudadanía es una práctica. Como tal, entiende que las escuelas no pueden limitarse a dar ciertos conocimientos o saberes relacionados con ella sino que, y fundamentalmente, las propias escuelas deben transformarse en “esferas públicas democráticas” (pág. 19) donde las personas puedan dialogar abiertamente, compartir experiencias y ejercer su ciudadanía activamente. El primer capítulo es una reflexión aguda sobre el concepto de ciudadanía y los retos que plantea el escenario social actual a la educación. Para Bolívar hay cuatro pilares fundamentales, interrelacionados, contradictorios por momentos, que constituyen un desafío para situar adecuadamente la educación para la ciudadanía: cambios en los procesos de socialización (individualización y des-institucionalización); cambios en las familias y multiculturalidad; exclusión social y neoliberalismo, y sociedad de la información y medios de comunicación. El capítulo 2 sirve como repaso de las actuales agendas de reformas y propuestas de innovación en las que se hayan inmersos los países occidentales y, fundamentalmente, los de la Unión Europea. El profesor Bolívar va señalando, de forma resumida pero clara, los sucesivos informes que organismos europeos, como el Consejo de Europa, han ido elaborando respecto a la necesidad de velar por la continuidad y estabilidad de nuestros sistemas democráticos y por el respecto a los derechos humanos, concluyendo que la educación para la ciudadanía democrática debe ocupar un lugar prioritario en las políticas educativas de los países de la UE. De la misma manera, expone cuál es la situación curricular en los sistemas educativos europeos respecto a la educación para la ciudadanía, a partir de los resultados de informes como los de Eurydice (2005) o el estudio del IEA (Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Escolar), por ejemplo. El contexto de diversidad cultural en el que vivimos actualmente es el tema central de debate y reflexión del capítulo 3. En él, el autor plantea la clara contradicción que se presenta en las sociedades actuales cuando se trata de educar en valores y pautas comunes para todos respetando, a su vez, las diferencias individuales y culturales. El centro de esta discusión lo sitúa en el seno de la educación pública, discutiendo temas tales como multiculturalismo, diversidad cultural, ciudadanía intercultural y multicultural, identidades culturales, interculturalismo, identidad local y educación cosmopolita. Por su parte, en el capítulo 4, se plantea la necesidad de que la Educación para la Ciudadanía sea una tarea compartida no solamente entre escuela y familia, sino a un nivel más amplio que abarca las instituciones de la comunidad, coincidiendo con las propuestas y experiencias en torno a la idea de comunidades de aprendizaje. En el capítulo 5, el autor detalla aún más algunas ideas esbozadas en capítulos anteriores tales como la vinculación de la educación ciudadana con la democracia, la vivencia de ésta en la escuela, las redes de vinculación entre la escuela, la familia y el entorno, ideas todas que se exponen en íntima conexión con las propuestas que se desprenden del Proyecto Atlántida, del cual forma parte de su coordinación. En el último capítulo de esta primera parte, se señalan claramente los espacios donde la educación para la ciudadanía tiene lugar en la práctica.
La segunda parte, estructurada en tres capítulos, está enteramente dedicada a la concreción de esta Educación para la Ciudadanía en el currículo básico. En el capítulo 7, se reflexiona sobre la inclusión de una asignatura específica y la necesidad – y la complejidad – que implica, por tanto, establecer este currículo básico y común para todos. Se hace un análisis muy interesante, sobre todo para los docentes, acerca del concepto de “competencias”, introducido por la Comisión de Comunidades Europeas, y cómo afecta este concepto en el rediseño curricular. En los siguientes capítulos, 8 y 9, entra de lleno en el tema del currículo y su organización para dar cabida a la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía y su idea de no restringirla, únicamente, a impartirla en un horario determinado y a través unos contenidos concretos, sino a ampliar su radio de acción e influencia a todo el ámbito escolar y comunitario.
Por último se añaden dos Anexos donde los lectores encontrarán la información acerca de los objetivos, contenidos y criterios de evaluación del área tanto para el nivel primario como para educación secundaria.
El profesor Bolívar ha escrito un libro indispensable y de referencia obligada para todos los agentes educativos. Sobre todo, para ayudarles a entender cuál es el verdadero ámbito de injerencia e influencia de la Educación para la Ciudadanía, y quitar temores y resquemores suscitados en aquellos padres que pueden considerar que se vulnera su derecho de decidir cuál es la educación que quieren para sus hijos, y de algunos profesores que pueden considerar que es una recarga más de trabajo en su ya atareada labor pedagógica. |