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.2009 - Volumen 2, Número 1
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¿Cómo Evaluar la Convivencia Escolar? La Mirada desde los Estudiantes |
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Álvaro Carrasco | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Generalmente, las evaluaciones de logro han delimitado el concepto de calidad a los aprendizajes de las materias del currículo, como las matemáticas y el lenguaje. Es posible argumentar que este reducción del concepto de aprendizaje es necesaria porque estos son los conocimientos básicos que se espera que la escuela entregue y en los que tendría mayor injerencia; porque es difícil evaluar ciertos aspectos educativos, como la formación en valores, con instrumentos estandarizados; porque, se asume que el éxito futuro está relacionado fundamentalmente con las destrezas cognitivas de orden superior. Ciertamente hay validez en dichos argumentos, sin embargo también es cierto que igualmente básico es aprender a convivir, que las escuelas son, muchas veces, una burbuja para los jóvenes entre la violencia y el riesgo de sus hogares y comunidades, y que, desde la teoría y la investigación (ver por ejemplo: Cassassus y otros, 2000), se destacan la importancia de la inteligencia emocional o el clima de la escuela como predictores de éxito académico. Siempre ha estado en el foco de la educación la formación “integral” del niño. Por integralidad, además de los aprendizajes cognitivos más obvios, se han entendido diversos aspectos: educación en valores, educación del carácter, educación cívica, educación para la paz, destrezas para la vida, destrezas cognitivas, derechos humanos, inteligencia emocional, prosocialidad, resolución de conflictos, educación cívica. En buena medida esta multiplicidad es acertada en tanto que refiere a fenómenos interrelacionados e interdependientes, que forman un dinamismo complejo en el individuo y sus vínculos. Sin bien esta mixtura conceptual no es, necesariamente, un impedimento muy importante desde el punto de vista pedagógico, sí presenta un obstáculo cuando se trata de evaluar la “integralidad” de la educación. De allí la relevancia de acotar y definir el fenómeno. En los últimos años, ha tomado fuerza el concepto de convivencia escolar que ofrece límites suficientemente claros, a la vez que adecuada amplitud, para permitir un buen acercamiento a la diversidad de habilidades y relaciones implicadas. La formulación de la Política de Convivencia en Chile abarca un ámbito de la experiencia escolar que se refuerza y complementa con las definiciones en otros programas y políticas. En la primer parte de este trabajo se identifican y revisan, brevemente, dichas políticas. La propuesta de evaluar la convivencia descansa en la convicción de la necesidad de complementar y mejorar las evaluaciones de la calidad educativa. Es importante evaluar la convivencia, en tanto que si no se lo hace, si se evalúa y se definen consecuencias, exclusivamente, para los resultados de evaluaciones académicas, los estímulos, esfuerzos y recursos estarán orientados de forma desequilibrada. La segunda parte de este trabajo esboza una propuesta sobre qué evaluar en el ámbito de la convivencia escolar. Específicamente se ofrece un instrumento para que los estudiantes de educación secundaria expresen su opinión sobre la convivencia en sus establecimientos. Existe un conjunto de marcos legales que legitiman y obligan la atención a la convivencia en la escuela: la Constitución Política de la República de Chile; la Declaración Universal de los Derechos Humanos; la Convención sobre los Derechos del Niño; la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza; los Decretos Supremos de Educación, en lo que respecta a los Objetivos Fundamentales Transversales; el Instructivo Presidencial sobre Participación Ciudadana, la Política de Participación de Padres, Madres y Apoderados en el sistema educativo y las normativas para el funcionamiento de Consejos Escolares. El conjunto de políticas propone principios para un cambio en la forma tradicional de concebir la convivencia escolar y a los miembros de la comunidad escolar: más participación en un estilo de convivencia democrático; más comprensión de la necesidad de vivir entre diversos, todos iguales en dignidad, respetuosos de las diferencias; más atención al desarrollo personal; desarrollo de la capacidad reflexiva, critica y ética (Valoras, 2006) A continuación se presentan brevemente algunas de las políticas más relevantes a tener en cuenta en una evaluación de la convivencia. 1.1. Política de participación de los apoderados El Ministerio de Educación de Chile planeta como objetivo de su Política de Participación de Padres, Madres y Apoderados (2002a): generar condiciones institucionales y jurídicas que garanticen la promoción, fomento y desarrollo de la participación amplia, diversa y organizada de padres, madres y apoderados/as y de la comunidad en el sistema educativo. Esta participación se realiza en alianza con los demás actores de la comunidad educativa, con el fin de contribuir en la construcción, desarrollo y cumplimiento de su proyecto institucional, en el marco de mejorar la calidad de la educación. Desde dicho objetivo general la Política define 4 áreas de impulso estratégico y varias líneas de acción:
1.2. Objetivos Fundamentales Transversales (OFT) La reforma de la educación chilena ha incorporado, en el marco de un currículum flexible y descentralizado, la promoción de ciertos valores y actitudes asociadas con las formas de relaciones en el trabajo moderno, con la ciudadanía y la democracia. Con esto se pretende que la educación fortalezca, no solamente la dimensión cognitiva de los estudiantes sino, también, sus aspectos emotivo y social; en otras palabras, expresa la tradicional búsqueda de la “educación integral”. Desde el diseño curricular se proponen algunos objetivos educativos fundamentales que todo colegio, al construir sus programas locales, debe incluir.
Los Objetivos Fundamentales Transversales establecidos en el Marco Curricular, son uno de los fundamentos de la Política de Convivencia Escolar, de modo que se encuentran en una relación directa. Así, el logro de estos objetivos implica el logro de los propósitos de la Política de Convivencia y viceversa. 1.3. Política de convivencia La Política de Convivencia Escolar (MINEDUC, 2002b), promueve la formación de valores para la convivencia y participación en la comunidad, a través del señalamiento de la obligación de formar en valores como el respeto por la diversidad, participación activa en la comunidad, colaboración, autonomía, solidaridad; erradicando las prácticas discriminatorias y abusivas. La convivencia escolar es una construcción colectiva y dinámica entre los diferentes miembros de un establecimiento educacional, que tiene incidencia significativa en el desarrollo ético, socioafectivo e intelectual de alumnos y alumnas. Esta concepción no se limita a la relación entre las personas, sino que incluye las formas de interacción de los diferentes estamentos que conforman una comunidad educativa, por lo que constituye una construcción colectiva y es responsabilidad de todos los miembros y actores educativos sin excepción. Así mismo, varía de una comunidad escolar a otra de acuerdo a las características particulares de sus miembros y de las interrelaciones que entre ellos establecen. Por tanto, no admite un modelo único (MINEDUC, 2002b). No obstante, el Ministerio de Educación estima necesario explicitar un mínimo común para todas las comunidades educativas del país. Este mínimo es el que se quiere reflejar en los principios rectores de la Política de Convivencia Escolar. Los principios rectores, en su conjunto, sintetizan aspectos relevantes que se debieran cautelar en la cotidianeidad de todo establecimiento educacional: Todos los actores de la comunidad educativa son sujetos de derecho.
2. PROPUESTA DE EVALUACIÓN DE LA CONVIVENCIA ESCOLAR EN CHILE ¿Qué evaluar? Se podría tomar el camino de evaluar los resultados, es decir a los estudiantes en sus atributos relacionados con la convivencia escolar. Este camino presenta el problema de definir el constructo a medir; en algunas investigaciones y experiencias (por ejemplo en: Murillo y otros, 2007) se ha usado el concepto de autoestima, más específicamente, a veces, autoestima escolar; hay ocasiones{1} en que se ha optado por la inteligencia emocional o actitudes prosociales. En el caso de la autoestima, el concepto, aunque parcialmente útil, es muy indirecto y reducido para la amplitud de dimensiones que, como arriba se ha expuesto, pretende abarcar las acciones pro convivencia. Inteligencia emocional presenta la dificultad de su medición; una vía común son los autoreportes de conducta. Estos tienen la desventaja de que las respuestas pueden ser falseadas por los estudiantes en un intento de generar una impresión positiva. El mismo problema enfrenta la medición de actitudes, además de la distancia entre la intención y la acción (Carrasco y otros, 1995). Hay algunos instrumentos desarrollados para medir habilidad que demuestren distintos niveles de inteligencia emocional esto mediante la presentación de algunas situaciones problemas que resolver{2}. Esta parece ser una mejor estrategia, que no ha sido suficientemente explorada en Chile y que ameritaría mayor investigación y recursos. Sin embargo, un problema común a todos estos intentos es que se centran en los individuos. A diferencia de los aprendizajes académicos del currículo formal, en general, los jóvenes aprenden a convivir primero en sus familias, luego en sus barrios y también en la escuela. Si se sabe que, aun en áreas como matemáticas y lenguaje el mayor determinante de éxito es el capital familiar, sería excesivamente optimista atribuir a la escuela los resultados en la medición de las variables individuales pro-convivencia. Por otra parte, la convivencia, tal como se ha definido más arriba, es una “construcción colectiva y dinámica” del grupo de individuos y sectores que conforman una comunidad escolar, por lo que es más apropiado que la evaluación atienda a los vínculos y perspectivas de los distintos actores. De allí entonces que esfuerzos por evaluar la convivencia deben incluir las diversas opiniones sobre las relaciones recíprocas y las acciones educativas claves en este ámbito. Idealmente la información proveniente de estudiantes, profesores y apoderados debería ser comparada de forma que pudieran identificarse las áreas de acuerdo y desacuerdo. Ambas áreas son importantes pero, desde el punto de vista de las escuelas, especial atención debería ponerse a las áreas de desacuerdo. Con base a la experiencia, en esta propuesta se piensa la evaluación a partir de instrumentos de opinión, tipo cuestionario, pero en el caso de la exploración de las áreas de desacuerdo resulta más adecuadas técnicas cualitativas, como los grupos de discusión o entrevistas grupales. Dimensiones a evaluar. De la revisión de las políticas chilenas relacionadas con convivencia escolar se desprenden las dimensiones del constructo a evaluar:
Ciertamente cada una de estas dimensiones tiene profundidades y matices que son necesarios explorar antes de construir instrumentos para su evaluación. Dada la naturaleza de este trabajo refiero a los lectores, como una primera aproximación, al apartado de políticas sobre convivencia{3}. 3. PROPUESTA DE UN INSTRUMENTO SOBRE CONVIVENCIA SEGÚN LOS ESTUDIANTES 3.1. Desarrollo del instrumento Este instrumento se hizo teniendo en cuenta una revisión de las políticas chilenas sobre convivencia, fue elaborado en el marco de un proyecto de apoyo en convivencia a liceos prioritarios de la Región Metropolitana de Chile. A modo de prueba piloto, se realizó una revisión del instrumento por los estudiantes del curso Métodos Cuantitativos de la carrera de Psicología de la Universidad Alberto Hurtado. Este mismo grupo de estudiantes, bajo la supervisión del autor de este artículo, realizó (2008) una aplicación del cuestionario en todos los estudiantes de enseñanza media de un colegio particular subvencionado (no prioritario) de la comuna de Conchalí en Santiago (N=219). Los resultados fueron presentados a las autoridades, profesores y apoderados del colegio quienes apreciaron la información entregada. Algunos años antes, se aplicó, en este mismo establecimiento, un instrumento de autoreporte de competencias socio-emocionales. En esa ocasión se compararon los datos de este colegio con los de otros establecimientos de Santiago ubicándoles en las zonas de altos puntajes promedios de la distribución. La convivencia escolar reportada, más recientemente, por los alumnos también resulta alta, habiendo una consistencia entre ambas aplicaciones. Ejemplo. Porcentaje por sub-escala de respuestas favorables sobre la Convivencia Escolar Este gráfico resume las respuestas favorables (opciones de respuesta: “De acuerdo” y “Muy de Acuerdo”) en afirmaciones relacionadas con las dimensiones exploradas en algunas sub-escalas del Cuestionario. Así por ejemplo, se informa que el 86% de los alumnos afirma participar de actividades relacionadas con los OFT del currículo. Esto dato resulta consistente con la prioridad que acciones relacionadas con los OFT tienen en el proyecto educativo de este establecimiento. Sin embargo llamó la atención que un 28% de los alumnos estuviera en desacuerdo con las afirmaciones indicativas de un buen clima de aula. 3.2. Cuestionario para evaluar la convivencia escolar según los estudiantes Se ofrece el instrumento como una versión preliminar, que puede resultar útil e informativa y que puede ser modificada y mejorada según estimen conveniente. Dicho instrumento se entrega en el Anexo del texto. Este instrumento fue diseñado para ser aplicado a estudiantes de enseñanza media. El cuestionario está compuesto de varias sub-escalas:
El análisis debe hacerse por sub-escala y además se pueden agrupar, en un índice total de convivencia, todas las sub-escalas que tienen un mismo tipo de respuesta (muy en desacuerdo…muy de acuerdo). En el sitio http://cgjung.cl/cuestionario-convivencia se ofrece la estructura de la base de datos en SPSS para digitar la información que se recoja, así como la sintaxis para realizar los análisis de los resultados. Un problema detectado con esta versión guarda relación con su extensión{5}. El instrumento trata de explorar múltiples dimensiones de la convivencia, de allí su extensión. A pesar de que es un poco largo puede ser útil si solo se aplica este instrumento y se hace conciencia a los estudiantes sobre la importancia de responder con seriedad y sinceridad. 4. Consideraciones finales Los principales indicadores de calidad educativa a nivel escolar han estado vinculados a los logros de las escuelas en pruebas de conocimientos estandarizadas. Otros aprendizajes trascendentes han sido menos atendidos produciéndose un desequilibrio perjudicial para todo el proceso educativo. En Chile, considerando varias políticas educativas, es posible construir un marco conceptual coherente y amplio para evaluar la convivencia escolar. En este sentido resulta indispensable atender a la Política de Participación de Apoderados, al Currículo Nacional en sus Objetivos Fundamentales Transversales y a la Política de Convivencia Escolar. Se puede evaluar a los individuos en relación a sus habilidades de convivencia. Un concepto útil en este sentido puede ser el constructo de inteligencia emocional. Los autoreportes son una buena estrategia pero presentan dificultades que serían superadas con tests de desempeño. El desempeño o medición de competencias de inteligencia emocional es más difícil de evaluar, aunque existen algunos instrumentos en el mundo anglosajón que sería interesante estudiar para su desarrollo en los países de habla hispana. Sin embargo, por ser la convivencia un fenómeno interpersonal y eminentemente social resulta quizás más conveniente una evaluación que sea capaz de recoger y contrastar las percepciones de los distintos actores escolares. En este trabajo se presenta un cuestionario para estudiantes de secundaria que idealmente debería ser complementado con información del mismo tipo proveniente de profesores y apoderados. La superposición de estos datos puede ayudar a generar un panorama de la situación. Ha de tenerse en cuenta que el objetivo fundamental de este tipo de evaluación no ha de ser el establecer comparaciones entre colegios. El propósito principal debería ser el generar información que permita a la escuela propiciar una reflexión participativa orientada a la acción positiva. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Carrasco, Á.; Cárdenas, M.; Cornejo, R. & Galdámez, M. (1995). Evaluación de la técnica del juego aplicada a una educación en derechos humanos que enfatice la promoción de actitudes y comportamientos prosociales. Tesis para optar al Grado de Licenciados en Psicología. UCA, El Salvador. Casassus, J.; Cusato, S.; Froemel, J. E. F y Palafox, J. C. (2000). Primer estudio internacional comparativo sobre lenguaje, matemática y factores asociados, para alumnos del tercer y cuarto grado de la educación básica (segundo informe). Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación, UNESCO Assael, J.; Egaña, L.; Magendzo, A.; Santa Cruz, E.; Varas, R. (2003). Reforma Educativa y Objetivos Fundamentales Transversales: Los Dilemas de la Innovación. PIIE, Chile. MINEDUC. (2002a). Política de participación de padres, madres y apoderados en el sistema educativo. Obtenido en febrero del 2009 desde: http://www.mineduc.cl/biblio/ Murillo, F.J. (Coord.), Castañeda, E., Cueto, S., Donoso, J.M., Fabara. E., Hernández, M.L., Herrera, M., Murillo, O., Román, M. y Torres, P. (2007). Investigación Iberoamericana sobre Eficacia Escolar. Bogotá: Convenio Andrés Bello. Valoras (M. Isidora Mena, Neva Milicic, Claudia Romagnoli, Ana María Valdés). (2006). Propuesta Valoras UC Potenciación de la política pública de Convivencia Social Escolar. Obtenido en febrero del 2009 en: http://www.valorasuc.cl/documentos_valoras.htm
{1} Experiencia de evaluación de un grupo de colegios religiosos de Santiago en la que participó el autor de este artículo. {2} Ver por ejemplo: Mayer-Salovey-Caruso Emotional Intelligence Test (MSCEIT) {3} Varios de los textos sobre políticas de convivencias, y otros relacionados, han sido recopilados en la siguiente dirección electrónica: http://cgjung.cl/component/docman/cat_view/19-convivencia-escolar {4}Aunque esta no es una pregunta sobre convivencia escolar puede resultar útil a quienes les interese contratar con la situación del hogar de los estudiantes. {5} Recientemente, se aplicó una versión reducida de este instrumento, como una sub-escala de un instrumento más amplio, a una muestra representativa de estudiantes de liceos municipales de una comuna de la V región, los datos están siendo procesados.
Este instrumento se comparte bajo una Licencia Creative Commons de Atribución-No Comercial 2.0 Chile Por favor, lee atentamente y responde todas las preguntas. Recuerde que la información solicitada no pretende evaluarte, sino conocer mejor a tu Colegio. De antemano te agradecemos tu colaboración
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