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.RIEE, 7(1). Presentación de la Sección Temática
 
       
       
   
La importancia de analizar la calidad de la educación en los niveles Inicial y Preescolar
 
       
    Cecilia Cardemil y Marcela Román  
       
   

La evidencia aportada desde la biología, la psicología y la propia educación no deja dudas respecto de la importancia de una adecuada estimulación temprana para el desarrollo cognitivo y sociocultural de la infancia. Así, los apoyos y espacios formativos dados a los niños y niñas durante los primeros años, permitirán (o no) que ellos desarrollen sus talentos, aptitudes y capacidades futuras. Debido a ello no resulta ni sorpresivo ni casual, que la asistencia a la educación infantil sea una variable de alta significación en la explicación del éxito escolar en los primeros años de educación básica. Los niños/as que han accedido a una educación en la etapa pre-escolar, llegan mejor preparados para enfrentar los procesos y desafíos escolares que supone la etapa obligatoria y el sistema formal, que aquellos que no han pasado por dicha experiencia (Ramey Ramey, 1999; Román y Murillo 2010; UNESCO, 2007; UNICEF, 2000; Yooung, 2002).

Cada vez más, los países y las políticas educativas están dando prioridad a la educación pre-escolar y el cuidado temprano de la niñez. Etapa claramente rezagada en las agendas públicas respecto de los niveles escolares obligatorios (primaria y secundaria), como también del nivel de educación terciaria o superior. La tendencia avanza así, hacia el desarrollo e implementación de programas y políticas públicas a través de los cuales se pueda ofrecer una educación pre-escolar de calidad. La relevancia que adquiere el acceso de los niños y niñas a una buena educación en la etapa pre-escolar para enfrentar mejor preparados los procesos y desafíos escolares del sistema formal obligatorio, es argumento suficiente para que los sistemas consideren entre sus prioridades y desafíos presentes y futuros, la evaluación de la calidad de las experiencias formativas y los aprendizajes logrados en estos niveles. Sin embargo, frente a una casi universalidad de sistemas y prácticas de evaluación de la calidad de la educación de nivel obligatorio y primario y secundario, son casi inexistentes las unidades u organismos públicos responsables de un sistema de evaluación y apoyo de la calidad de la educación pre-escolar o temprana. Las razones son varias y de distinta naturaleza, partiendo por la desventaja temporal de ser un nivel de educación no siempre obligatorio y por ende de mucho menor desarrollo en todo orden de cosas, incluido las técnicas, estrategias, modelos o instrumentos de evaluación. Pero también porque la calidad de la educación temprana, de la primera infancia o pre-escolar, según se le denomine, es un concepto muy complejo, difícil de definir y consensuar y por tanto, de evaluar.

Los propósitos de la educación temprana, se hacen cargo de la necesidad y del sentido que adquieren estos procesos formativos a esas edades: asegurar el pleno e igualitario acceso al conocimiento de los niños y las niñas. Ampliando de este modo, sus capacidades y habilidades cognitivas al tiempo que ofreciendo espacios y experiencias de aprendizajes que permitan el desarrollo de las dimensiones social, emocional, cívica, ética y moral de ellos. De esta manera, la educación pre-escolar colabora significativamente en la promoción de la dignidad humana a través del respeto de los derechos y libertades fundamentales de los niños y niñas. La evaluación, al igual que en todos los niveles y componentes del campo educativo, cumple en este nivel, un rol estratégico e irremplazable: no solo es la voz autorizada para emitir juicios sobre los logros y pendientes, sino que orienta y entrega los insumos que permiten actuar oportuna y adecuadamente para mejorar la calidad de su objeto: la Educación Inicial y Preescolar. Importa así revisar y difundir experiencias y enfoques de evaluación en el campo de la educación Preescolar, más o menos sistemáticas llevadas a cabo tanto por organismos públicos, privados, centros de investigación, universidades y otros, para debatir entre otros, diagnósticos de la calidad de las experiencias de aprendizaje en los párvulos; estrategias y resultados de evaluación de la formación y práctica de las educadoras de Inicial y Preescolar o la articulación entre los niveles de Preescolar y primaria, entre otros muchos.

La relevancia de la educación pe-escolar ya señalada implica una exigencia importante: contar con evaluaciones que puedan ofrecer información relevante sobre lo que ocurre en este nivel y los efectos que pueden desprenderse para quiénes están implicados en él. Así pues la evaluación permite establecer en primer lugar las ganancias que pueden obtener los niños y niñas que asisten a los jardines y dentro de las diversas alternativas de nivel pre-escolar que se ofrecen en la sociedad. La asistencia al jardín infantil incide a su vez en la educación y cultura familiar, de modo que es importante poder determinar de qué forma la asistencia de los infantes a esta nivel de educación formal fortalece las pautas de crianza que apoyan el desarrollo infantil en el hogar y transforma o mitiga aquellas que son menos positivas para ellos. Al respecto, una evaluación en este plano permitiría incidir de manera más precisa en factores de resiliencia que se juegan a nivel familiar, aprovechando que en este nivel educativo padres y madres se acercan más y mejor dispuestos a las instituciones que atienden a sus hijos e hijas pequeños.

Diversos estudios realizados en Latinoamérica señalan que la asistencia al jardín de infantes enriquece su lenguaje y su capacidad de razonamiento, habilidades medidas durante la enseñanza primaria y que eso los diferencia de aquellos que no han tenido acceso a esta educación. La educación preescolar abarca además del desarrollo de estas habilidades, otras en áreas como el conocimiento de sí mismo y de su entorno natural y cultural, la corporalidad en los aspectos de sensorialidad y coordinación, expresividad de sentimientos y comunicación, estimulación en aptitudes creativas originales, así como la socialización en relación con la interiorización de normas y valores entre otros. Se hace necesario poder conocer de qué manera las habilidades despertadas en estas dimensiones se integran en los aprendizajes y trayectorias de los niños y niñas en otras etapas de su escolaridad, principalmente en los primeros años de escuela.

Aparece relevante avanzar en un sistema de evaluación que pueda señalar con mayor precisión la relación de estos hallazgos con las condiciones y prácticas educativas de nivel pre-escolar que favorecen aprendizajes, aptitudes, actitudes para la convivencia y sociabilidad en la enseñanza primaria. Determinar la distancia entre el currículo prescrito y lo que realmente se implementa, daría lugar a fortalecer los enfoques pedagógicos que subyacen bajo el despliegue de capacidades y de la motivación por aprender de los niños durante los siguientes niveles de escolaridad. Desde esta forma, aparece estratégico y fundamental analizar y potenciar los enfoques y prácticas pedagógicas en las distintas modalidades de educación Preescolar. Los beneficios de la educación preescolar tienen además que ser distinguidos y precisados mediante un sistema de evaluación que de luces sobre la preparación y formación de las educadoras, así como de su desempeño.

Pero cuidado, no se trata de replicar en este nivel las estrategias y sistemas de evaluación estandarizada de los niveles de primaria y secundaria, bastantes cuestionados hoy en día por su fragmentación y divorcio con la cultura, la dinámica de las escuelas y su diversidad. Se hace necesario entonces, desarrollar e instalar estrategias y propuestas de evaluaciones cualitativas y formativas que conduzcan a un desarrollo profesional para las educadoras que sea reconocido y valorado por la sociedad. Respecto de los aprendizajes, más que medir cuanto aprenden los niños y las niñas, aparece prioritario explorar qué aprenden y cómo aprender los párvulos y cuáles son los enfoques pedagógicos que apoyan esos procesos en diversidad de contextos y modalidades en este nivel.

Con el desafío de recorrer este relevante campo, el presente número de la Revista Iberoamericana de Evaluación Educativa dedica su parte temática a difundir experiencias y propuestas de evaluación en el ámbito de la Educación Inicial y Preescolar. El primer texto de Karime Osorio y Alexis López muestra la importancia del feedback (retroalimentación), hacia los niños y las niñas durante su proceso de aprendizaje desde una mirada que integra la escuela y la familia. Por su parte, la invitación de Lya y María Isabel Sañudo es a profundizar en las concepciones sobre la evaluación de aprendizaje que sostienen los discursos y prácticas de las educadoras. Todo ello con el fin de proponer un modelo de evaluación pertinente a la educación Preescolar, a sus objetivos y logros de los párvulos.

El artículo de Marcela Román y Cecilia Cardemil da cuenta de una evaluación sobre el uso de materiales educativos en dos niveles de Preescolar, insertos en escuelas subvencionadas chilenas. Identifica tres formas de uso de estos recursos con efectos distinto sobre el desarrollo de habilidades y actitudes de los niños y niñas, mostrando que el uso de materiales que estimula el pensamiento, el lenguaje y diversas actitudes en los párvulos, es el menos frecuente. Cierra esta parte de la revista, el artículo de Reina Capdevila, Roser Vendrell, Laura Ciller y Gaby Bilbao la Vieja, que aborda la equidad de género y sus debilidades en el nivel Preescolar desde dos realidades y contextos educativos distintos. Las autoras hacen visible la importancia de la atención del género desde las etapas más tempranas.

Referencias

Ramey, C.T. y Ramey, S.L. (1999). Beginning school for children at risk. En R.C. Pianta y M.J. Cox (Eds.), The Transition to Kindergarten (pp. 217–251). Baltimore, MD: Paul H. Brookes Publishing.

Román, M. y Murillo, F.J. (2010). Melhorar a qualidade da educação de infância a través da sua avaliação. Cadernos de Educação de Infância, 89, 4-6.

UNESCO (2007). Informe de seguimiento de EPT 2007. Atención y educación a la primera infancia. París: UNESCO.

UNICEF (2000). Trabajo Infantil, problema visible. En Chile se construye con todos sus niños y adolescentes. Boletín de indicadores: Infancia y adolescencia en Chile. Santiago: UNICEF

Young, M.E. (comp.) (2002). From Early Child Development to Human Development: Investing in Our Children’s Future. Washington, DC: World Bank.

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